martes, 14 de junio de 2011

Eclipsados

(post homenaje a todos los enamorados en un día tan especial…)

A raíz del eclipse lunar total que se aproxima el 15 del corriente, me pareció interesante plantear este tema… por qué los enamorados tienen una fijación con la luna?? Por qué un eclipse despierta históricamente tanta expectativa y emoción?? Por qué somos capaces de estar en vela hasta altas horas para disfrutar de este fenómeno?

Una de las leyendas cuenta que el Sol le enviaba besos a la Luna en el resplandor de la noche y se besaban unos instantes cuando iba amaneciendo. La Luna estaba feliz porque podía reflejar su amor… Pero un planeta envidioso le hizo creer a los otros astros que por culpa de ella el sol menguaba su calor; así que acordaron interponerse entre ellos y eclipsar su amor… Esta es la versión triste o trágica.
Pero hay otra más optimista que aplica a los eclipses solares (cuando la luna tapa al sol)… Cuenta que antes de que el mundo fuera creado, la Luna y el Sol se conocieron y se enamoraron perdidamente. Pero dios estableció que él iluminaría de día y ella de noche, por lo cual tuvieron que vivir separados. Esto los angustió sobre manera, especialmente a la Luna que se volvió más solitaria. El Sol, que recibió el título de “astro rey”, al verla sufrir pensó que tenía que ayudarla y darle fuerzas para afrontar su destino, asumiendo un rol más fuerte y protector. También intercedió por ella pidiéndole a dios que la ayudara a soportar la soledad; a lo cual creó las estrellas para que la acompañaran. Ellas trataban de consolarla pero no siempre lo lograban. Por eso cuando está triste se vuelve menguante y con escaso brillo. Hoy, ambos viven así... separados, el Sol finge que es feliz, y la Luna no consigue disimular su tristeza; el Sol arde de pasión por la Luna y ella vive en las tinieblas de su añoranza (en general, el Sol encarna la figura masculina y la Luna la femenina). Pero en un momento, dios decidió que ningún amor en este mundo debería ser del todo imposible, ni siquiera el de la Luna y el del  Sol... Fue entonces que Él creó el eclipse. Sol y Luna viven esperando ese instante, donde uno se acuesta sobre el otro. Es a ese acto de amor al que se le dio el nombre de eclipse.

Más allá de estas románticas leyendas, tanto la figura del Sol como la de la Luna, e incluso la de los eclipses aparecen en mitología antigua tanto egipcia como china, babilónica, india, etc. Actualmente, la mención, alusión y/o descripción del fenómeno aparece tanto en cine (ejemplo, una de las partes de la exitosa saga “Crepúsculo”) como en canciones (Total Eclipse of the Heart… hit de los años ’80 con el cual imagino varias parejas de enamorados habrán tenido algún tipo de acercamiento; Eclipse también se denomina un tema de Pink Floyd obviamente del cd alusivo: The Dark Side of the Moon), letras de canciones (“El eclipse no fue parcial y cegó nuestras miradas” de Té para Tres, Soda Stereo), y cientos de ejemplos más en literatura, cine, música y artes plásticas que demuestran el grado de cautivamiento que ejerce en nosotros este prodigio del mundo astronómico.
Los eclipses han estado presentes en numerosos acontecimientos históricos importantes. Uno de ellos, bastante conocido, tiene que ver con el triunfo de Alejandro Magno en una de las batallas contra los persas hacia el año 331 aC: un eclipse lunar desmoralizó al ejército enemigo mientras que fortaleció la convicción del joven conquistador de que Zeus estaba de su lado. La victoria finalmente quedó en sus manos. Otro suceso, más cercano en el tiempo, se remonta al año 1504, cuando Cristóbal Colón se encontraba durante su tercer viaje a América y tenía problemas con su tripulación, que organizaba una rebelión. Calculando que el 29 de Febrero se produciría un eclipse en base a sus conocimientos, amenazó a sus hombres diciéndoles que Dios estaba enojado con su desobediencia y que les mostraría su ira. Cuando el fenómeno se presentó, se asustaron y se sometieron a las órdenes de su capitán (otra versión plantea una situación idéntica pero en vez de ser la tripulación, era un foco rebelde indígena). Por otra parte, se dice que un fraile español quiso hacer algo similar cuando fue capturado por guerreros mayas pero con nefastos resultados: los mayas, una civilización muy avanzada y de precisos conocimientos astronómicos, captaron su intento de engaño y terminaron decapitándolo.

Para los más supersticiosos, el eclipse tendrá seguramente una connotación astral en su ubicación y vida cósmica.

Yendo a la parte más técnica, un eclipse lunar total es un evento astronómico que ocurre cuando hay luna llena y la Tierra se interpone entre el sol y ésta, de manera que queda por completo en la zona de sombra terrestre, y va adquiriendo gradualmente una tonalidad rojo cobrizo. Es interesante destacar que a medida que el paisaje celeste se va oscureciendo, van apareciendo como contrapartida las estrellas más débiles y algunos planetas (lamentablemente al estar en una ciudad con tanta contaminación lumínica es complicado disfrutarlo). La pregunta es, por qué la luna toma ese color rojizo en vez de desaparecer de la escena?? Según los astrónomos, esto sucede por efecto de refracción de la luz solar en nuestra atmósfera. De esta manera la luna es iluminada por la luz del sol reflejada en la atmósfera durante los atardeceres y amaneceres.

Imagen extraída de la web de Ciencia Nasa
El fenómeno que se espera para el miércoles 15 de Junio, será bastante peculiar ya que no es habitual que se dé un eclipse total de luna cuando ésta pasa justo por el centro de la sombra de la tierra. Esto va a producir que sea uno de los más largos y espectaculares de los últimos tiempos, ya que la luna tardará más tiempo en atravesar completamente la sombra que proyecta nuestro planeta.

El último suceso de similares características fue el 16 de Julio de 2000, y el próximo, según cálculos, tendrá lugar el 27 de Julio de 2018.

Así que se lo aguarda con mucha expectativa, y posiblemente sea “uno de los más espectaculares de los últimos tiempos”.

En nuestro país, según datos proporcionados por el Planetario de la Ciudad de Buenos Aires “Galileo Galilei”, la alineación de los astros con nuestro planeta será visible desde la mitad oriental del país, incluyendo Buenos Aires y alrededores. Comenzará a las 15.22 hs. de nuestro país, cuando la Luna ingresará en la umbra, que es la parte central del cono de sombra terrestre. Lamentablemente, esta parte del evento desde nuestra posición geográfica no se podrá disfrutar. Pero la luna comenzará a asomarse en nuestra ciudad por el horizonte Este-Sudeste a las 17.47 hs. Según la información proporcionada, nuestro esférico satélite lucirá un “pálido color anaranjado”, flotando en medio del atardecer de un cielo todavía celeste. A las 18:15 hs a una altura de entre 2 y 7 grados sobre el horizonte, la luna aún estará eclipsada en un 80%, y ya con un cielo más oscuro, en pleno crepúsculo, lo que permitirá verla mucho mejor. El Planetario nos invita de 18 a 19 hs. a poder observar este maravilloso espectáculo. Esperemos que el tiempo (lamentablemente está pronosticado tiempo inestable y parcialmente nublado; no sería la primera vez que la suerte no está de nuestro lado) y la nube de cenizas hagan lo suyo para poder disfrutarlo.

Para la mayoría, de una manera u otra, la luna y la posibilidad de un eclipse comporta una especie de hechizo o magia que nos atrae gravitatoria y casi invariablemente hacia una idílica sensación de enamoramiento sublime.

Dejate seducir por el poder cautivador de la luna, que en realidad nos eclipsa cada noche regalándonos una inigualable belleza que nos sorprende y conmueve. 

Me despido con la cita de una leyenda medieval que trata sobre un caballero que se enamora perdidamente de una mujer que él percibe hermosa y blanca, que cada noche se pasea por el bosque, y que fuera de su alcance, le hacer perder toda cordura.


Aquella cosa blanca, ligera, flotante, había vuelto a brillar ante sus ojos,
pero había brillado a sus pies un instante, no más que un instante.
                                                                                         Era un rayo de luna, un rayo de luna que penetraba a intervalos por
entre la verde bóveda de los árboles cuando el viento movía sus ramas
(Gustavo Adolfo Becquer -  “El rayo de luna”, publicado en 1862)

1 comentario:

Mala Prensa dijo...

A lo largo de la historia los fenómenos astronómicos han atraído a individuos de sociedades y culturas variadas. Quizá la luna, con su halo de misterio, ha resultado históricamente más atractiva que el sol, a quien, por otro lado, debemos la vida en la Tierra.
Como la luna, todos nosotros tenemos un lado oscuro. Con esto no me refiero a nuestro lado negativo o malvado, sino simplemente al lado oculto, ese que solo reservamos para que muy pocas personas lo exploren, y en algunos casos conservamos exclusivamente para nosotros. Quizá sea esta la razón por la cual sentimos esa empática afinidad por el astro.
Un eclipse siempre es un fenómeno digno de ver y disfrutar.