miércoles, 9 de mayo de 2012

No te olvides de posaaarrrr...

(Atención!! Catarsis imperiosa de la redactora... puede resultar un tanto drástica, chabacana y/o ferviente... échenle la culpa a mi personalidad).

“… en la disco o en el bar”… Muchos conocerán este fragmento musical producido durante la breve pero muy significativa existencia de SUMO, banda argentina de rock-reggae fusión de la década de los ‘80. Siguiendo un poco la filosofía anti-careta de estos muchachos, hoy quiero hablar de una nueva moda que veo desde hace un tiempo y que cada vez me cierra menos… La necesidad de hacer un boliche de cada ámbito barrial, comercio amigo o espacio público… llámese Gimnasio (popularmente denominado “Gym”), Peluquería, Zapatería, Local de venta de indumentaria… y podría seguir indefinidamente. Incluso lo he visto en Oficinas de Atención al Cliente y en eventos empresariales.

Antes de seguir con mi “exposición” quisiera hacer algunas aclaraciones… En primer lugar me considero una persona amante de la música… no concibo la vida sin música; para mí que suenen unas notas en el aire en cualquier ámbito es algo indispensable, que me cambia la percepción del lugar y el momento, y que me puede transportar a “tierras lejanas”… podría seguir enumerando el efecto que me causa a nivel “fibra emocional” pero no es mi objetivo en este caso. En segundo lugar, soy de las poco habituales (y muy ridículas) personas que son capaces de dejar que su cuerpo responda ante el llamado acuciante que la música ejerce en sus células, ya sea arriba de un colectivo, caminando por la calle, y en la oficina (cuando me quedo sola)… En tercer lugar, me encanta escuchar la música a todo volumen porque siento que se instala en todo mi interior y lo llena por completo… Es decir, no estoy para nada en contra de que se ponga música en ningún tipo de entorno o de punto de encuentro de gente… lejos de eso… me parece algo muy importante y que puede hacer la diferencia.

Lo que no logro comprender, ese deseo de generar un ambiente de “disco club”, de adrenalina esquizofrénica, donde sólo se piensa en excesos y en “chamuyarse” a cuanta persona se cruce. Conozco gimnasios de barrio que tienen literalmente la bola de boliche y las luces láser… Con esto en mente, quisiera reparar en dos tendencias que sinceramente me superan:

1)     “para estar en la onda hay que mostrarse siempre bien up”… A ver, amigo, amiga… qué es “estar up”?? Alguien que me lo defina?? Gracias… Al parecer, tiene que ver con mostrar siempre una imagen de felicidad y auto-satisfacción extrema del tipo “estoy rodeado de gente, todos me aman”… “qué bien que la estoy pasando”… “vamos todos a descontrolarnos que en eso radica el fin de la vida”… Parece ser que los estados de estar preocupado por algo, estar reflexivo, o estar angustiado/ triste por algún problema son inhumanos… Si no estás en “la cresta de la ola” es porque evidentemente algo no te anda bien. Obviamente, nadie quiere saber ni le interesa si REALMENTE estás bien o es una pantalla… “no tengo tiempo para escuchar tu respuesta”… “ya tengo bastante con lo mío”… “nada que unos buenos tragos esta noche en un boliche de “onda” no pueda solucionar”… Por supuesto, que las dos primeras reacciones sólo se piensan pero no se manifiestan exteriormente… la sinceridad brilla por su ausencia cada vez con más frecuencia (sale el versito con fritas)… Y así estamos, tapando agujeros todo el tiempo, haciendo de cuenta que no pasa nada y poniendo cara de póker, mientras nos hace efecto algún químico al mejor estilo “la píldora del soma” de “Un mundo feliz” de Huxley. Y si no te alcanza con una píldora, podemos recurrir a una cirugía facial que te dibuje una sonrisa amplísima de manera permanente.

2)     El tema de estar en pose, tiene mucho que ver con una actitud predominante en estos tiempos que es la de estar al acecho para “levantarse” a alguien… toda oportunidad sirve a tales fines… verbalmente, por escrito, personal o virtualmente… “no es que en realidad me interese lo que pensás o conocerte como persona… no… me interesa contactarme para que salgamos”. El foco de interés es el hecho, no el sujeto… la acción de salir, de divertirse, de pasar el momento… no la persona en sí. Y no faltan los que se dedican al chamuyo solamente porque les levanta el ego. Así encontramos este tipo de conductas casi adolescentes en el trabajo, en un gimnasio, en la facultad… todo el tiempo estamos en “actitud bolichera”, actitud que ya de por sí es lamentable y cansadora en ese tipo de lugares, ni hablar de practicarlas en entornos que no tienen nada que ver con eso. Es como un gran “”Mercado- Libre” de la vida, donde todos nos exhibimos permanentemente en una vidriera a la cual también permanentemente observamos para ver cuál será nuestra próxima “adquisición”. Ojo! Hay cosas que son naturales a ciertas edades, etapas de la vida y personalidades… pero lo que es esperable y lógico a los 15 años, no puede ser igual que a los 40 y a los 50 largos. Se supone que uno maduró ciertas cosas, que ahora le da relevancia y preeminencia a otras y que los intereses variaron… sino habría que evaluar qué hizo uno con su vida (o comprarse una nueva directamente J )… pero muchas veces es todo como una gran ensalada donde “todo vale” y se desdibuja lo importante y significativo… incluso se pierde el objetivo que teníamos en la mira y el contexto en el que estamos parados. Para ilustrarlo, la siguiente secuencia… fragmento de charla entre dos personas que se están conociendo (atención! La charla se sucede en cualquier espacio físico (puede ser una panadería o un bar en Palermo) y no excede los 2 minutos y medio):

… los participantes vienen “dialogando”…
-         tenés face?
-         Sí, la estás viendo cuakkk… No, no me hice, por motivos varios...
-         Uh q amarga!
-         Si te interesa contactarme, mandame un sms, un mail a alguna de mis 4 casillas, hablame por whatsapp o por chat del bb que son gratuitos, llamáme al celu o al fijo o vení a tomar mate a mi casa.

Fin de la conversación…

No sólo no le interesan las razones por las cuales uno decide no tener face (aunque sea para discutirlas) sino que le parecen pocas o le “desmotivan” las otras mil millones de posibilidades para comunicarse de una manera un poco más significativa. Ok flaco, te aviso cuando publique mi auto- biografía así te comprás el libro y me conocés :P es como que si no estás en la misma “onda” de andar posando por “face”, quedás automáticamente descartado/a… opción a) estás “out” o básicamente no existís, b) tenés problemas mentales/ emocionales,  c) algo ocultás o te estás escondiendo de alguien (¿?), d) sos un aburrido/a.

En fin, el resumen de estas líneas es manifestar un poco mi disconformidad con esta nueva filosofía del careteo y la pose constante… Obviamente hay excepciones; afortunadamente no es así toda la gente y en todos los casos; cuesta hallar este tipo de personas pero existen…

Como conclusión:

* Para mí: Una peluquería NO es un boliche donde estamos “todos a pleno” escuchando reguetón o música electrónica a todo volumen, una zapatería NO es una Creamfield, y NO voy al gimnasio a levantarme a nadie ni a desfilar con mis últimas compras de ropa deportiva.

* Para mí: Que el conductor de un programa de TV llore todos los días por cosas que se nota claramente que no siente, lo único que logra es correr el riesgo de que se le derrita el bótox que tiene en la cara…sinceramente me agota…

* Para mí: Todo esto contribuye a una marcada banalización de la existencia humana y la vida en sociedad que me causa bastante rechazo… puedo ser una inadaptada, puede ser que no sea a una “especie sobreviviente a esta fase de evolución” (como me dijeron muchas veces), puede ser que venga de otro planeta, puedo ser chapada a la antigua (también me lo dijeron) o puede ser que esté loca… tranquilamente. Mientras vos formás tu opinión, yo me río de mí misma y escucho cómo otra alma carenciada me pregunta adónde salí a caretear el fin de semana… y vos?? Dale, dale con el look J