viernes, 27 de mayo de 2011

El Hombre en el Espejo



Quería compartir con Uds. este video que siempre que lo veo me hace moquear... Deberíamos todos empezar por analizarnos personalmente un poco, mirarnos por dentro, antes de atrevernos a cuestionar o hablar de lo que hacen o no hacen los demás. Seamos nuestros propios jueces, evaluemos qué podemos hacer por nuestro prójimo. 
No tengo más nada para agregar, las imágenes y la letra hablan por sí mismas. Les dejo la lírica, que traduje para Uds...

MAN IN THE MIRROR
(EL HOMBRE EN EL ESPEJO) 


I'm Gonna Make A Change For Once In My Life
(voy a hacer un cambio por una vez en mi vida)
It's Gonna Feel Real Good,
(se va a sentir realmente bien)
Gonna Make A Difference
(voy a hacer la diferencia)
Gonna Make It Right . . .
(lo voy a hacer correctamente) 


As I, Turn Up The Collar On My Favourite Winter Coat
(Mientras me estiro el cuello en mi tapado favorito)
This Wind Is Blowin' My Mind
(el viento me está soplando en la mente)
I See The Kids In The Street,
(veo a los chicos en la calle)
With Not Enough To Eat
(que no tienen lo suficiente para comer) 
Who Am I, To Be Blind?
(quién soy yo para hacerme el ciego)
Pretending Not To See Their Needs
(pretendiendo que no veo sus necesidades)?
 
A Summer's Disregard,
(El verano es ignorado)
A Broken Bottle Top
(el pico roto de una botella)
And A One Man's Soul
(y el alma sola de un hombre)
They Follow Each Other On The Wind Ya' Know
(se van siguiendo uno al otro bajo el viento, sabés)
'Cause They Got Nowhere To Go
(porque no tienen ningún lugar adonde ir)
That's Why I Want You To Know
(por eso es que quiero que lo sepas)

I'm Starting With The Man In The Mirror
(Estoy empezando con el hombre en el espejo)
I'm Asking Him To Change His Ways
(le estoy pidiendo que cambie sus maneras)
And No Message Could Have Been Any Clearer
(y ningún mensaje podría ser más claro)
If You Wanna Make The World A Better Place
(si querés hacer del mundo un lugar mejor)
Take A Look At Yourself
(echate un vistazo a vos mismo)
And Then Make A Change
(y entonces hacé un cambio)

(Na Na Na, Na Na Na, Na Na, Na Nah)

I've Been A Victim Of A Selfish Kind Of Love
(He sido víctima de una clase de amor egoísta)
It's Time That I Realize 
(es hora de darme cuenta)
That There Are Some With No Home,
(que hay algunos sin hogar)
Not A Nickel To Loan
(ni un una moneda de 5 centavos para prestar)
Could It Be Really Me, 
(podría ser realmente yo),
Pretending That They're Not Alone?
(pretendiendo que no están solos)?

A Willow Deeply Scarred,
(una almohada profundamente marcada),
Somebody's Broken Heart
(el corazón de alguien hecho añicos)
And A Washed-Out Dream
(y un sueño fregado)
They Follow The Pattern Of The Wind, Ya' See
(ellos siguen el patrón del viento, verás)
Cause They Got No Place To Be
(porque no tienen ningún lugar donde ir)
That's Why I'm Starting With Me
(es por esa razón que empiezo por mí)

I'm Starting With The Man In The Mirror
(Estoy empezando con el hombre en el espejo)
I'm Asking Him To Change His Ways
(le estoy pidiendo que cambie sus maneras)
And No Message Could Have Been Any Clearer
(y ningún mensaje podría ser más claro)
If You Wanna Make The World A Better Place
(si querés hacer del mundo un lugar mejor)
Take A Look At Yourself
(echate un vistazo a vos mismo)
And Then Make A Change
(y entonces hacé un cambio)

You Gotta Get It Right 
(Tenés que hacerl correctamente)
While You Got The Time
(mientras tenés la oportunidad)
'Cause When You Close Your Heart
(porque cuando cerrás tu corazón)
You Can't Close Your . . .Your Mind!
(no podés cerrar la mente)

That Man, That Man, That Man, That Man
(aquel hombre, aquel hombre, aquel hombre)
With That Man In The Mirror
(con aquel hombre en el espejo)
That Man, That Man, That Man
(aquel hombre, aquel hombre, aquel hombre)
I'm Asking Him To Change His Ways
(le estoy pidiendo que cambie sus maneras)
You Know . . .That Man
(ya sabés… ese hombre)
No Message Could Have Been Any Clearer
(ningún mensaje podría ser más claro)
If You Wanna Make The World A Better Place
(si querés hacer del mundo un lugar mejor)
  Take A Look At Yourself
(echate un vistazo a vos mismo)
And Then Make A Change
(Y entonces hacé el cambio)

Hoo! Hoo! Hoo! Hoo! Hoo!
Na Na Na, Na Na Na, Na Na, Na Nah (Oh Yeah!)


I'm Gonna Make A Change
(Voy a hacer el cambio)
It's Gonna Feel Real Good!
(se va a sentir realmente bien)
Come On!
(Vamos)!
Just Lift Yourself You Know
(Levantate, ya sabés)
You've Got To Stop It.
(Tenés que pararlo)
Yourself!
(Vos mismo)
Yeah!-Make That Change!
(Hacé el cambio!)
I've Got To Make That Change Today!
(tengo que hacer ese cambio hoy)
You Got To Not Let Yourself . . .
(tenés que no dejarte a vos mismo)
Brother . . .
(Hermano)

You Know-I've Got To Get That Man, That Man . . .
(Sabés que tengo que llegar a ese hombre, ese hombre)
You've Got To Move! Come On! Come On!
(Tenés que moverte, vamos! Vamos!)
You Got To . . . Stand Up! Stand Up!
(Tenés que levantarte! Levantate!)
Gonna Make That Change . . . Come On!
(Hagamos el cambio, vamos!)
Make That Change.
(Hacé el cambio).

 

sábado, 21 de mayo de 2011

El problema de la objetividad en el análisis

Muchas veces al escribir me encuentro con la no grata sorpresa de caer en cuenta que el escollo de no ser objetiva es bastante difícil de eludir. Por más esfuerzo intelectual que uno haga… Y alcanza a todo tipo de disciplina: Sociología, Psicología, Periodismo, Literatura. Incluso la misma Ciencia; por más empirismo en el que se base, y sea que se usen métodos inductivos o deductivos… Estamos plagados de subjetividad; después de todo es la esencia que nos hace seres humanos y nadie puede negarlo. Es muy difícil ir contra nuestra propia naturaleza.

El tema empieza a ser preocupante cuando sale a la luz con irrefutable obviedad en aquellos “responsables” (porque en parte todos contribuimos, participamos y somos algo responsables) de dar educación, en los grandes comunicadores que se dirigen a las masas, en investigadores encargados de “imponer y conducir” los paradigmas reinantes en cada época histórica. Es decir, hay casos lamentables donde la falta de objetividad es excesivamente notable, a veces es voluntaria e intencional, y muchas otras trae consecuencias nefastas, logrando niveles de manipulación de la mente de las personas inusitados, o logrando ciertos fines perseguidos para ese tipo de análisis.

Ahora bien, no podemos sólo reconocer y concordar con este hecho, porque justamente está en nosotros identificar estos casos para contextualizarlos y tomarlos/ incorporarlos a nuestro acervo mental de la manera adecuada y poder entonces determinar el grado y tipo de influencia que permitiremos que tengan en nuestra manera de pensar, actuar y/o sentir. Digamos que es subjetivo tanto el que comunica o analiza o investiga como el que recibe/ interpreta/ elabora dicha información o resultados. Lograr deslindarse o despojarse de esto necesita un esfuerzo adicional ya que, a mi entender, es un proceso inconciente, que se nos hace muy difícil manejar.

Intentaré abordar esta compleja cuestión desde mi humilde lugar, ya que es un tema que siempre despertó mi interés.

Comenzaré por enumerar algunos factores que constituyen verdaderos estorbos para alcanzar la objetividad para el analista/comunicador/investigador:

* Contexto – Entorno: En primer lugar es de vital importancia tener en cuenta cómo el lugar y momento donde está parado dicho sujeto intervienen directamente en su trabajo. Ya sea el momento histórico en sí, el escenario político que lo rodea y muchas veces condiciona, presiona en contra o fomenta ciertos tipos de trabajos… (hay cientos de ejemplos a este respecto, sin ir mas lejos tenemos uno que nos toca de cerca en nuestro país con el grado de influencia que tiene el actual gobierno en los medios), el conglomerado social en el que se encuentra (lo cual incluye las necesidades sociales del momento), la situación económica (ya que muchas veces los investigadores y analistas requieren de apoyo financiero para realizar sus trabajos, y cuando carecen de ellos por completo o parcialmente, esto ya repercute directamente en la calidad de la investigación y los resultados obtenidos), el entorno cultural (prejuicios, valores y creencias), el grado de desarrollo científico y tecnológico circundantes, que puede agilizar y optimizar recursos, información, herramientas, procesos necesarios para llegar a los resultados deseados o por el contrario, limitarlos y parcializarlos. Con respecto a este último punto y al primero (el momento histórico en sí), también es imperativo recordar que para diferentes épocas y contextos científicos y tecnológicos, existen paradigmas, teorías, premisas que son las que predominan de momento, orientando, guiando y dando lugar a diversos tipos de análisis e investigaciones en torno a ellas. Esta cuestión será abordada en un punto posterior.  
    La formación, nivel educativo, estrato social, crianza, orientación ideológica, política y religiosa (ya sea que esta última exista o justamente que se carezca de ella… porque la negación de una creencia, también constituye una creencia en sí misma), son factores decisivos en el sujeto que lleva a cabo sus funciones de investigación y comunicación.
      
    * Condicionantes lingüísticos: sintaxis y semántica. Tanto la forma de expresarse (la selección de palabras, la construcción de frases, etc.) como el contenido (los conceptos empleados y la carga simbólica de las palabras que seleccionamos), tienen una injerencia directa en el grado de objetividad de lo que estamos transmitiendo o comunicando. Después de todo, estos componentes lingüísticos devienen de convenciones sociales, completamente humanas y portadoras de altos niveles de subjetividad, que se someten a un cierto grado de autonomía y libertad en su interpretación.

    * Selección de temas y cuestiones que se abordan, investigan o comunican. Desde el momento que el sujeto en cuestión elige éstos como objeto de su análisis o investigación y deja de lado muchísimos otros, ya está interviniendo un grado de subjetividad. Puede que los elija por presiones externas, como dijimos más arriba, o puede que la selección se deba a intereses personales, ya sea por el entorno en el que se desenvuelve como por motivos puramente individuales. De hecho, como mencioné anteriormente, yo misma estoy haciendo esto en este momento al abordar esta cuestión, que a mí personalmente me interesa, dejando de lado muchas otras de las cuales podría estar hablando. 

    * Dijimos anteriormente, que para cada etapa histórica, existen premisas, hipótesis y teorías imperantes para la época, que generalmente reciben el nombre de paradigmas (ej. el paradigma sobre el origen de la vida que reinaba hasta el S. XVIII, XIX era el de la creación divina, y a partir de entonces, gracias en buena medida a los trabajos de Darwin, se adopta el de la evolución, el cual es el paradigma dominante al respecto desde el S. XX… vaya a saber uno de acá a unas décadas o siglos cuál será el nuevo). Estas teorías y premisas llegan a ser paradigmas justamente porque alcanzan niveles extremos de aceptación y un elevado grado de convención, razón por la cual, dan pie a un sinnúmero de hipótesis, investigaciones, análisis que giran en torno y que emanan de ellos mismos, o que dan por sentado estos paradigmas como una realidad comprobada. Es decir, todas las ideas se examinan y se elaboran a la luz y bajo la lupa de los paradigmas de turno. Por lo cual, llegan a ser un importante foco de subjetividad y condicionamiento.

      Consideremos ahora el tema desde el punto de vista del receptor, quien interpreta, elabora e incorpora la información recibida. En este proceso también interviene un alto grado de subjetividad; enumeraremos a continuación algunos factores:
        
      * Contexto: De manera similar a lo que pasa por el lado del analista o comunicador, el sujeto receptor de la información resultante, realizará su interpretación según su posición en tiempo y espacio, su lugar en la sociedad, sus condiciones educativas, valores, creencias, cultura, ideologías que le han sido inculcadas; con lo cual las posibilidades de llegar a una elaboración objetiva se reducen en un gran porcentaje.
       
      * Por otro lado, intervienen factores psicológicos del individuo genéticos como circunstanciales y del medio, vivencias del momento, estados de ánimo, situaciones que lo angustian y atemorizan, expectativas, deseos, prejuicios y preconceptos, etc.  
       
      * Finalmente, me dedicaré a desarrollar este apartado de manera un poco más extensa; y tiene que ver con el papel del entorno y la ideología pero desde un punto de vista más profundo, si bien algo similar a lo ya mencionado. Este aspecto se puede aplicar también a la parte transmisora de la información, pero decidí desarrollarlo en esta instancia como broche de oro y para arrojar más luz sobre el tema. Para explayarme al respecto, me veo ante la necesidad acuciante de hacer alusión al trabajo realizado por un conocido filósofo francés más o menos contemporáneo llamado Louis Althusser, quien tomando ideas marxistas y habiendo vivido en carne propia la experiencia de la II Guerra Mundial, desarrolla el concepto de ideología y su hegemonía sobre individuo y sociedad (Ideología y Aparatos Ideológicos, 1970). Althusser nos dirá que esta hegemonía es irrevocable y forzosa para reproducir la sociedad, más bien que una conciencia falsa o una forma de engañar, y que existe por encima y previamente al individuo, por lo cual éste indefectiblemente y más allá de su voluntad, se somete y relaciona con ella en su mente, trasuntándola a su vez en las relaciones sociales que va construyendo. Luego, Althusser hace referencia a lo que él llama Aparatos Ideológicos del Estado (AIE), los cuales vienen a ser instrumentos “represivos” y legitimados de la sociedad que ejercen poder sobre el individuo, y que condicionan las relaciones imaginarias que éste sostiene con las condiciones bajo las cuales existe. Entre estos AIE menciona la religión, la escuela, como sistema educativo (hace una descripción de la función de la maestra como educadora y portadora de una ideología que se impone, ya sea conciente o inconcientemente, voluntaria o involuntariamente, que a mí me pareció realmente muy interesante), la política, la cultura, los medios. Estas estructuras coercitivas, generadoras y modeladoras de la ideología, son fuerzas que, mal que nos pese, tienen una influencia decisiva en nuestra manera de pensar, interpretar, estudiar el objeto de nuestro análisis. Por lo cual es irrazonable esperar 100% de objetividad tanto de un lado como de otro. Foucault, siguiendo con las ideas de Althusser y como discípulo de él, también habla sobre las microesferas de poder en la sociedad, instituciones y relaciones, que operan sobre el individuo generalmente de manera imperceptible y que atraviesan a la sociedad en su conjunto, tocando a la totalidad de los individuos (Microfísica del Poder,1980). También destaca la importancia de la doble relación poder-saber: El saber es producido por las relaciones de poder, y el poder es producido por las disciplinas del saber. Como para concluir entonces, podemos decir que la relación IDEOLOGÍA-INDIVIDUO-SOCIEDAD otorga componentes insoslayables, de fuerte presencia y amplia injerencia en las percepciones que el sujeto recibe sobre la realidad en la que existe y la manera en que las interpreta. Por lo cual cualquier tipo de análisis o estudio que el ser humano realice o reciba va a estar cargado siempre de una gran cuota de subjetividad.

      El propósito al considerar esto, de todos, modos no es desalentarlos ni desmoralizarlos. No queremos decir que entonces carece de sentido esforzarse por lograr el mayor nivel posible de objetividad en el análisis ni mucho menos. Sino más bien, que reconociendo y teniendo en cuenta todos estos aspectos mencionados, se deben tomar las medidas y precauciones correspondientes al caso. Reconocer estas limitaciones es el primer paso para encarar nuestra tarea de la mejor manera posible… contextualizando y objetivando lo que estamos analizando, evaluando “entre líneas” lo que recibimos; y entonces sí poder alienarnos o enajenarnos al mayor grado posible de la cuota de subjetividad de la cual todos, en tanto que SERES humanos, estamos cargados.


      No es mi intención a través de este breve y limitado examen, agotar el tema, ya que comenté al principio de estas líneas, es muy complejo y da para largo y tendido. Tan sólo me limité a enumerar algunos de los muchos factores intervinientes en esta cuestión. Después de todo lo que yo te puedo decir también esta cargado de subjetividad, al igual que la lectura que vos estés haciendo en este momento.

      martes, 17 de mayo de 2011

      Subite y disfrutá del viaje

      Siguiente estación… “estás por vos mismo”…

      Suelo pensar en la vida como si de un viaje en tren se tratara… 

      Se sube y se baja gente, a algunos les mirás las caras, con otros te ponés a dialogar… Algunos se sientan al lado tuyo, otros solamente te miran desde su lugar, donde están parados y estáticos, aferrados a algo que los sostenga a ellos nomás.

      En algunas estaciones se frena durante un tiempo más prolongado, en otras pasa tan sólo como si de una sombra fugaz se tratara y cuando, mirando a través de la ventanilla, volteás tu cabeza hacia atrás, ya… 

      … allí quedó la estación despoblada y oscura una vez más.

      Hay estaciones alegres, pobladas de gente, muchas veces apresurada o que llega llena de ilusiones y esperanzas. Hay otras que son lúgubres, descuidadas, desoladas, quizás estropeadas por el paso de los años o porque quedaron ahí, congeladas en el tiempo y con escasos visitantes o transeúntes, convirtiéndose en paradas “fantasmas”.

      Hay vagones más atestados de gente, donde los pasajeros son más temporales porque hacen viajes cortitos y se suben sólo para descender un par de estaciones más adelante. Hay vagones donde hay pasajeros muy cansados ya de tanto viajar; muchos van adormilados y aletargados; rendidos en los brazos de Morfeo, se pierden de disfrutar de los paisajes, la aventura… y el viaje sigue, con o sin ellos. En otros, la gente va muy ansiosa, mirando el reloj porque no ve las horas de llegar. Y finalmente, tenemos a las personas que se relajan para observar su alrededor dentro y fuera del tren, el paisaje que los rodea, los rostros que los acompañan…

      Muchas veces nuestra travesía es una verdadera aventura, llena de optimismo, suspenso, sorpresas agradables, encuentros, sueños… A veces las vías del ferrocarril tienen los rieles deteriorados o con roturas, por falta de mantenimiento quizás, que hacen que el tránsito se alentice y se convierta en una verdadera odisea, con riesgos, contratiempos e inseguridades… y el viaje se torna peligroso. 

      Pero hay situaciones más complejas… cuando nuestro tren descarrila… qué sucede entonces? Por qué ocurre esto? Cómo nos sentimos? Probablemente pensemos que nunca más podremos proseguir con nuestra marcha. Que ya le tomamos fobia a viajar en tren y que no nos subiremos nunca más a ningún otro en busca de ninguna aventura… Nos negamos a la vida… Ahí quedaron aplastados en las vías nuestros sueños, y dejamos abatidas nuestras convicciones y deseos flotando en un vagón totalmente castigado por los golpes, abollado y colapsado… sin nadie que lo habite… vacío de cualquier tipo de vida, un verdadero yermo. Y nos bajamos del tren con absolutamente nada. 

      Sí... Descarrillamos justamente al llegar a esa odiadísima y tan eludida estación... la mencionada en la primera de estas líneas. 

      Nos sentimos solos, abandonados y magullados. Nuestra aventura parece que fracasó… La travesía nos desilusionó, no fue lo que esperábamos y ansiábamos. Nos sentimos estafados por quien nos vendió el boleto. Y ahí estamos… sentados en uno de esos banquitos que tienen las maderas roídas por el viento y la lluvia. Nos sentamos a ver cómo pasan efímeramente los trenes siguientes… como simples espectadores de la vida. Otras veces nos quedamos vagando por las zonas aledañas a la estación, ya que no tenemos más rumbo ni destino, ni nos molestamos en buscar uno nuevo. Y mientras… miramos el reloj… pero esta vez el tiempo no transcurre tan rápido que parece que no vamos a llegar adonde deseamos a horario, sino sigilosa y letalmente, porque no estamos dirigiéndonos hacia ninguna parte. No tenemos más que lo puesto. Estamos desorientados, inanimados, abatidos, desconcertados… Parece que no existe lugar alguno en el planeta para nuestro espíritu, ningún lugar donde acudir. Ni tampoco lo buscamos… seguimos vagando. Miramos a nuestro alrededor y parece que nadie quiere descender en esa “maldita” fantasmagórica estación porque seguimos solos; no hay nadie a nuestro alrededor, ni en las cercanías (o esa es nuestra sensación). Tampoco caminamos un poco más allá para pedir ayuda, para qué? Pasan los trenes pero en esa parada nadie se baja. Y por qué nos pasó a nosotros? Nos ponemos a pensar… Por qué a mí?

      Hasta que… un momento! Por qué seguir así y allí? Por qué lamentarse por el descarrilamiento en vez de abordar otro tren?? Empezamos a auto-alentarnos, a cobrar fuerzas, valor y coraje para animarnos a subir a otro tren. Y esperamos ansiosamente… miramos el reloj ahora sí con optimismo y esperanza, con nuevos bríos… nos paramos pegaditos, bien pegaditos, al borde del andén para divisar lo antes posible la llegada del próximo tren. Hasta que nuestro deseo se hace realidad y allí se abren las puertas ante nosotros. Ascendemos y esta vez nos resolvemos a ser de esos que disfrutan del viaje, que se relajan, que observan con animosidad e ilusión su alrededor, que descubren una mirada nueva, un paisaje de ensordecedora belleza. Después de todo, importa tanto llegar a algún destino, o más bien, el viaje que nos lleve a él? No podemos acaso constantemente seguir aprendiendo y fascinándonos en esta marcha de la vida?

      lunes, 16 de mayo de 2011

      Himno a Ellas

      Hermana... levántate del fango y alza tu cabeza.
      No permitas más que te sigan rebajando,
      que te sigan postergando hombres sin escrúpulos.
      Ocupas un lugar digno en este mundo,
      ve en busca de tus sueños!
      No te dejes suprimir por aquellos desdichados
      que no consiguen ser felices ni permiten que otros lo sean.
      Su lengua es sinuosa y su miel es agria.
      No te ates a sus falsas promesas ni te sigas ocultando
      porque ellos no quieren mostrarte.
      Qué sentido tiene contemplar la vida a través del prisma de sus ojos?...
      ásete de la tuya propia!
      No vaciles en despojarte de los cobardes que no te merecen.
      El Universo te espera a ti!,
      ya no tienes nada que aguardar ni tiempo para deshechar,
      todos tus caminos serán los que proyectes.
      No te dejes convencer por los que quieren circunscribirte
      a un papel degradante en silencio... a oscuras...
      Cuando eres luz e ímpetu avasallante
      sol y luna ineclipsables.
      No necesitas más armas que tus manos, más fuego que tus ideas.
      Tus lágrimas serán de coraje y tus pies buscarán aciertos.
      Si tienes algún tropiezo, vuelve a intentarlo,
      sacúdete las prendas y sigue con la frente en alto.

      domingo, 15 de mayo de 2011

      La Culpa Social

      Hace unas semanas atrás iba caminando por Cnel Díaz y Las Heras, barrio clasista de nuestra ciudad si los hay, y me di cuenta que al acercárseme un mendigo para pedirme monedas no fui capaz de mirarlo a los ojos… y comencé a hacer un poco de introspección… y seguí observando la actitud que los demás tienen ante la misma circunstancia… IDEM… más allá de que respondamos favorablemente a su petición o no, nadie es capaz de mirar a esta pobre gente a los ojos. Y me empecé a preguntar por qué? Por qué preferimos mirar para otro lado al cruzarnos con algún indigente, al ver familias construir su hogar y disponer sus bienes en espacios abiertos o “sin techo” (parques, puentes), al ver a chicos descalzos y con escasas y sucias ropas pidiéndonos limosna mientras nosotros estamos cómodamente sentados disfrutando de la calefacción de nuestro vehículo? Nos negamos a mirar a ese ser humano expulsado del mercado laboral revolviendo la basura o buscando cartones o a aquel otro durmiendo en el portal de un edificio tapado con diarios. Todos optamos por dar vuelta la cara o esquivar la mirada, ya sea que compremos un paquete de curitas o pañuelos como para “colaborar”, ya sea que demos una moneda o las papas que nos sobraron de la cena en ese lugar de comidas rápidas, o que sólo sacudamos nuestra cabeza en señal de negación. Qué sentimos? Responsabilidad? Culpa? Por qué?

      Porque todo ese “residuo social” expone y deja al desnudo nuestras vergüenzas. Porque esa persona está ahí por mí, por vos y por todos. No supimos integrarlas, darles educación, vivienda… Y por sobre todo… algo que los votos y el pago de los impuestos no pueden suplir, y que es superior a cualquier tipo de educación secular… VALORES. Algo que escasea en esta sociedad patológica. Cuando evitamos mirarlos a la cara estamos negándoles valores como la dignidad, la autoestima, la confianza, el respeto. Y pensar que con tan poco podemos hacer tanto! Pero claro, primero es importante que nosotros mismos les demos a esos valores la preeminencia que tienen; sólo así seremos capaces de transmitirlos y traslaparlos a nuestra conciencia colectiva. Sólo así el ser social podrá recuperarse de su enfermedad y salvarse de lo que ya había advertido Durkheim en el S. XIX y que llamó “anomia social”[1]… porque de la patología a la anomia hay una delgada línea…  

      Por ende, todos tenemos una responsabilidad insoslayable de internalizar y transmitir esos valores… ese sería el primer paso. Y es una realidad de la cual no podemos hacernos los distraídos…


      [1] El Suicidio (1897)