sábado, 8 de diciembre de 2012

NOCTURNO Nº 1: La Dicotomía Del Delirio


Los nocturnos de Chopin se caracterizan por ser tranquilos pero a la vez melancólicos y hasta algo oscuros… acompañados de un dejo de tensión y dramatismo... Esta semana casualmente me pasó algo, por lo menos para mí, bastante llamativo: Radio de música clásica, suenan algunos compases de una pieza totalmente desconocida para mis oídos y digo a uno de mis progenitores (ja!) - “esto tiene onda “chopenesca””… Respuesta - “No, me parece que nada que ver”… -”sí, sí, seguí escuchando y vas a ver… es esa manera de tocar; esa melodía nostálgica y a la vez desesperante, es él! Vas a ver”… se va convenciendo con el correr de los minutos… caras totalmente concentradas y expectantes por las próximas declaraciones del locutor…Sí, era él, mi compositor de música clásica favorito. Y por primera vez pude reconocerlo por mí misma, de buenas a primeras!!!

Es esa misma intuición, esas ansias de reconocerme e identificarme con un algo, un “no sé qué” que no podría describir pero que definitivamente mi interior me indica que lo conozco y lo tomo como propio, lo que me lleva a escribir estas líneas. Este es mi Nocturno…y precisamente, mientras hilvano estas ideas la noche pende sobre la ciudad y mis ideas empiezan a despertar… Ideas también relacionadas con sucesos de esta semana…

En estos últimos días tuve varias charlas con diferentes personas sobre variados y diferentes temas… totalmente dispares entre sí pero que me conducen a una idéntica conclusión: La gente tiende a polarizar sus opiniones y pensamientos… Paso a explicarme…

Me he topado una y otra vez con la dualidad “Blanco vs. Negro”. Sé que la reducción de una cuestión a sólo dos alternativas simplifica bastante un análisis (es bastante obvio y hasta lógico no?)… Pero convengamos que también lo achata. Quizás no solamos hacerlo tanto con los sentimientos porque sabemos que en ese campo las cosas se ponen complicadas y entran a jugar variables mucho más intrincadas, e inherentes a cómo cada persona está constituida… Pero dejemos esto de lado, que de hecho muchas veces entra en conflicto con nuestra parte lógica y racional. En realidad justamente es esta última la que suele bifurcarse en dos senderos para facilitarnos la resolución de un problema, una toma de decisión o la opinión que nos vamos a formar sobre determinado asunto. No es que no tengamos capacidad para evaluar otras opciones… pero quizás resulta atrayente la posibilidad de ir a lo fácil y cómodo como “manotazo de ahogado”. Por qué digo esto??

Quedarnos con solamente una opción A y una B, nos limita… Pero por otro lado, nos ahorra el tener que pensar en una C, D o Z…y en conceptos como “además”, ”también, “por otro lado”, “sin embargo” ”dependiendo de”, “siempre que”, “adicional a”, “en x contexto”, “en función de”, “qué pasaría si… etc, etc… Es decir, aparecen parámetros y condicionantes que requieren de un análisis mucho más exhaustivo pero que también enriquecen nuestra perspectiva del tema en cuestión… la pregunta es: Estamos realmente dispuestos a hacer un análisis de estas características, seriamente y a conciencia??

Cuál es el peligro de no hacerlo? A qué nos exponemos?? Por lo que pude notar en ocasiones, corremos el riesgo de elegir por descarte, de ”quedarnos con el mejor de los males”… Digo, ¿no podemos aspirar a más?? No podemos innovar, probar con algo nuevo, abrir otros rumbos?? Tenemos que conformarnos con dos opciones?? Me niego a tener una mentalidad tan estrecha… No creo que estemos al nivel de una computadora programada bajo un lenguaje binario (o sea, pensando en función de 1 y 0)… pretendo más de un ser humano, y pido perdón por eso (¿). Por otro lado, corremos el riesgo mayor de justificar una alternativa “A” que en realidad es indefendible, simplemente porque la alternativa “B” es más cuestionable (por lo menos a nuestro entender) o porque presenta fallas mayores (o de otra índole). Y ojo! con este mecanismo falaz de razonamiento porque ha servido de herramienta a la hora de tratar de legitimar acciones muy dañinas para otras personas, como por ejemplo, acciones extremistas (hasta agresivas) y violaciones flagrantes a la ley… Pongo un ejemplo para que quede claro: “Me parece bien que se recurra a métodos violentos (incluso ilegales) para reprimir a una “X” sociedad porque en ella reinaba el caos y se estaba desbandando todo”… Qué les parece esta premisa?? Nos quedamos con la represión porque la situación caótica anterior era “peor”?? No sería mejor no quedarnos con ninguna de las dos y buscar una vía ética, legal y apropiada, que produzca mejores resultados y reduzca al mínimo los aspectos negativos?? Quién dice que tiene que ser una cosa u otra??... No existe OTRA manera de hacer las cosas, de pensar, de analizarlas? O no sabemos?? O no nos creemos capaces? O no tenemos GANAS de evaluarlo siquiera??

Reproduzcan ahora esa misma estructura de pensamiento indefinidamente y van a ver hasta dónde se puede llegar… Y empiecen a prestar atención a las expresiones de la gente, y notarán que esto se presenta con más frecuencia de lo que uno cree. Me he topado con personas que, partiendo de esa forma de razonar, terminaron diciendo cosas que yo no podía creer que las estaba escuchando…y ellas probablemente tampoco se percataron de lo que estaban diciendo. A todos nos pasó alguna vez… La trampa está pero es muy sutil.

El origen de esta dualidad de pensamiento puede que en nuestro caso se remonte a una tradicional costumbre cultural de dividir una sociedad en bandos (Boca vs. River… Realistas vs. Revolucionarios… Unitarios vs. Federales… oligarcas vs.”zurdos”, Peronistas vs. Radicales…) cambia el contexto y la situación, cambian los nombres, cambian los actores pero… el mecanismo de presentar los hechos o circunstancias como una dualidad antagónica se repite. Lo vemos a lo largo de nuestra historia, lo vemos en lo macro, en lo micro, en lo colectivo y en lo individual… lentamente se va apoderando de nuestra manera de pensar la realidad; cuando la realidad, repito, es mucho más compleja que eso.

Por si esto fuera poco, a los osados que se animan a proponer caminos alternativos, se los tilda de “pecho fríos” o se los condena por “no jugársela” por una de las dos opciones estipuladas (por “la providencia” o vaya a saber quién), como si otras no fueran posibles o no existieran.  Suena como si este tipo de perspectivas bipolares tuvieran una existencia “per se” previa e independientemente de las personas que las sostienen, quienes se convencen de que no tienen control o injerencia sobre estas variables opuestas aparentemente “inmutables” (están ahí ya dadas), adoptando entonces un rol que se limita a ser electores entre una u otra…RESULTADO: no hay propuestas nuevas, las variantes se cierran y nos enceguecemos todos, cayendo en una especie de “guerrita” en la que tenés que decidir en cuál de los dos bandos vas a “pelear”… Lógica Falaz… caés en la trampa… estamos todos en un grave aprieto (por no decir en peligro)…

Bajando un par de cambios para concluir este “Nocturno“ con una melodía un poco más agradable y tranquila, quisiera aclarar por supuesto que no considero que la dualidad del pensamiento en sí sea siempre necesariamente mala o que nunca sirva a fines explicativos… a lo largo de la historia, muchos intelectuales han utilizado la oposición de dos fuerzas como método de estudio de ciertos fenómenos, comportamientos y situaciones dadas en la práctica (ej. en la dialéctica marxista). Pero no por eso, este planteo va a ser válido para aplicar a todo aspecto de la vida ni se constituirá en el único criterio de análisis posible.

La Noche avanza y da comienzo a un nuevo día… un día en el que si querés, sólo si querés y estás dispuesto, podés abrir tu mente, liberarte de ataduras y tratar de incursionar por ideas nuevas y diferentes a las polvorientas y desgastadas opciones antagónicas ya propuestas… La dicotomía del delirio es ya un trapo viejo, un planteo quemado… No te quedes con lo pre- establecido como única posibilidad… Creá, pensá, explorá en lo desconocido… Pero eso sí, no te olvides de compartirlo…